Tradución
Definición de traducción
La traducción es una actividad que comprende la interpretación del significado
de un texto cualquiera en una lengua (el llamado texto origen) a otro texto
equivalente en otra lengua (llamado texto meta). El producto de esta actividad,
el texto meta, también se denomina traducción.
Tradicionalmente, la traducción ha sido
desarrollada por personas, aunque existen numerosos intentos de automatizar la
traducción de textos naturales (traducción automática) o de utilizar
ordenadores para ayudar en la traducción (traducción asistida por ordenador).
La traducción asistida puede consistir, por ejemplo, en el uso de una memoria
de traducción.
El objetivo de la traducción es crear
una relación de equivalencia entre el texto original y el texto final, es
decir, la seguridad de que ambos textos comunican la misma idea o mensaje, a la
vez que se tienen en cuenta aspectos como el género textual, el contexto, las
reglas gramaticales de cada una de las lenguas, las convenciones estilísticas,
la fraseología, etc.
Es fundamental diferenciar la traducción
de la interpretación: En el primer caso, se transfieren ideas expresadas por
escrito de una lengua a otra, en el otro, las ideas se expresan oralmente o
mediante la gesticulación (como sucede en el lenguaje de signos) de una lengua
a otra.
Según el análisis de los procesos
implicados en la traducción e interpretación, podría considerarse que esta
última constituye una subcategoría de la traducción.
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Gracias en diferentes idiomas. Fuente: elpais.com |
El proceso de traducción
En su obra, "Teoría y práctica de
la traducción", Valentín García Yebra reconoce dos fases en el proceso de
la traducción: "la fase de la comprensión del texto original, y la fase de
la expresión de su mensaje, de su contenido, en la lengua receptora o
terminal".
En la fase de comprensión de la
traducción, se decodifica el sentido del texto origen, en una actividad
denominada semasiológica (del griego, sema, sentido o significado). En la fase
de expresión, se recodifica este sentido en la lengua meta; etapa también
llamada onomasiológica (del griego, onoma, nombre).
En la etapa de decodificación del
sentido del texto, el traductor debe encontrar en primer lugar los segmentos
que componen el texto original. Debe establecer las unidades mínimas con
sentido. El segmento puede ser una palabra, frase o incluso una o varias
oraciones (por ejemplo, un texto completo) en el texto de la traducción.
En la etapa de recodificación en la
lengua meta, el traductor debe mantener el sentido del segmento original en un
segmento de la lengua meta, teniendo en cuenta el genio de la misma. La reunión
del segmento origen con el segmento meta se denomina unidad de traducción.
Ambas etapas son de índole recursiva, y
no necariamente sucesivas, el traductor puede volver a desentrañar el sentido
del texto origen, una vez que ha recodificado el sentido en la lengua meta.
Tras este procedimiento, sencillo a
primera vista, se esconde una operación cognitiva compleja. En la traducción,
para decodificar el sentido completo del texto origen, el traductor tiene que
interpretar y analizar todas sus características de forma consciente y
metódica. Este proceso de traducción requiere un conocimiento profundo de la
gramática, semántica, sintaxis y frases hechas o similares de la lengua origen,
así como de la cultura de sus hablantes.
El traductor ha de contar también con
estos conocimientos para recodificar el sentido en la lengua meta. De hecho,
estos suelen ser más importantes para la traducción y, por tanto, más profundos
que los de la lengua origen. De ahí que la mayoría de los traductores traduzcan
a su lengua materna.
Además, es esencial que los traductores
conozcan el área de la que se está hablando.
Los estudios realizados durante los
últimos años en lingüística cognitiva nos han permitido comprender mejor el
proceso cognitivo de la traducción.
Historia de la Traducción
Las primeras traducciones fueron de la
Biblia, ya que como los judíos llevaban mucho tiempo sin hablar su lengua (el
hebreo), ésta se perdió y las Santas Escrituras debieron traducirse para que
las entendiesen los judíos que no hablaban la lengua original. Ptolomeo
Filadelfo en el siglo III adC mandó traducir del hebreo al griego las Sagradas
Escrituras a 72 sabios que dominaban tanto el hebreo como el griego. Esta
versión se conoce como versión Alejandrina. En el siglo II D.C. se hizo una
traducción de la Biblia al latín (Antiguo y Nuevo Testamento). Esta versión
recibió el nombre de "Vetus Latina".
Estrategias de Traducción
No siempre es posible traducir los
enunciados con estructuras que sean equivalentes, por esa razón, el traductor
recurre a menudo a varias estrategias para asegurar la traducción de un texto
determinado. A continuación tenéis las más usadas.
La adaptación o
traducción libre, es un procedimiento de traducción en el que el traductor
substituye una realidad cultural o social en el texto original con la
correspondiente realidad en el texto meta. La nueva realidad es más común para
el público del texto meta.
Esta estrategia a menudo resulta útil en
la traducción de poesía, obras de teatro y publicidad.
El préstamo consiste
en la utilización de una palabra o expresión del texto original en el texto
meta.
Los préstamos suelen apuntarse en
cursiva, y consisten en escribir la palabra en la lengua de origen. Esta
estrategia consiste, por lo tanto, en la no traducción del vocablo.
Un ejemplo de préstamo lo encontramos en
blue jeans, del inglés.
El calco léxico
es un procedimiento de traducción que consiste en la formación de neologismos
según la estructura de la lengua de origen. Un ejemplo claro de esta es la
palabra fútbol, nacida de la palabra football en inglés.
La modulación consiste
en la traducción de una palabra por una frase explicativa.
La equivalencia. Se entiende
aquí la correspondencia en significado de una palabra en un idioma frente a una
palabra en otro idioma. Para que dos palabras sean equivalentes han de tener el
mismo significado.
La traducción literal se
refiere al paso de la lengua de origen a la lengua meta en donde este paso da
un resultado correcto. El traductor sólo tiene que preocuparse de la servitudes
linguistiques propias de una lengua. Según Vinay y Dalbernet, la Traducción
literal es legítima sobre todo entre lenguas que comparten una misma cultura.
Texto sacado de: http://www.traduccion.at/2.html
Texto sacado de: http://www.traduccion.at/2.html
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Fuente: Pinterest.com |
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